La reputación corporativa digital corresponde a la percepción crítica que tengan los potenciales clientes sobre una empresa. Aspectos claves como lo son el prestigio o la imagen de marca forman parte de este concepto y son elementos que toda organización debe cuidar si desea mantenerse posicionada en el mercado.
La reputación corporativa se puede conseguir de diversas maneras. Una de las más aplicadas por las organizaciones es ofrecer bienes y servicios de calidad, es decir, que funcionen de forma óptima y sean duraderos en el tiempo. Esto no solo permite que los clientes queden satisfechos con la compra, sino que empezarán a recomendar los productos de la marca a otras personas. Y no hay mejor publicidad que la efectuada por otras personas.
En el caso de las estrategias digitales, una de las formas más efectivas es que la publicidad efectuada en las redes sociales coincida con las características reales del producto. De lo contrario, los clientes quedarán insatisfechos y la reputación de la marca comercial será reducida considerablemente.
Muy pocas marcas comerciales en el mundo han podido conservar la reputación corporativa en el tiempo. Principalmente porque cualquier error que estas cometan pondrá en peligro la imagen de las mismas. Es por ello que será necesario estudiar, analizar y concluir los posibles escenarios que se pueden producir al momento de lanzar cualquier estrategia de marketing digital y evaluar si las consecuencias serán positivas o negativas.
El motivo se debe a que en Internet, no importa si una publicación desacertada duró menos de 10 segundos. Siempre habrá alguien que le haga capture y la empiece a difundir en los medios de comunicación.